¿A qué temperatura debes ajustar la nevera y el congelador?
El buen uso de los electrodomésticos también ayuda al medio ambiente. Para ser exactos, el frigorífico representa hasta el 20% del consumo eléctrico de un hogar, por lo que tener este electro y el congelador a la temperatura óptima ayudará mucho al mundo y también a tu factura.
Lo primero que debemos aclarar es que no hay una respuesta universal a la pregunta: ¿a qué temperatura debo regular el frigorífico y el congelador? Normalmente, lo más común es que la temperatura de la nevera vaya desde los 0 a los 5 grados dependiendo de la época del año, según el Ministerio de Consumo. Por otro lado, los congeladores suelen oscilar entre los -16º y los -24º, siendo los -18º la temperatura ideal.
Por ello, se recomienda tener un termómetro para un buen control de la temperatura y así poder ajustar la potencia frigorífica en relación a la carga.
Además, existen algunos consejos para ayudar al medio ambiente mientras se le da uso a la nevera, tips fáciles de seguir y que generarán también ahorro en la factura de la luz. Para empezar, los expertos apuntan a que hacer un buen uso del frigorífico pasa por tener claro qué se quiere coger y tener la puerta abierta el menor tiempo posible. Diez segundos a poder ser. De esta forma, se evita que se active de nuevo el mecanismo de refrigeración y así no se malgasta energía. Otro consejo es ubicar la nevera en un lugar alejado de fuentes de calor, mantenerla bien ventilada. Esto es, colocarla alejada de electrodomésticos como el horno, secadora, etc.
Además, el Ministerio de Consumo apunta varios criterios para colocar de forma correcta:
- En el estante superior: alimentos cocinados (sobras de comida envasadas, recipiente con conservas no utilizadas en su totalidad, etc)
- En el estante del centro: Huevos, productos lácteos y embutidos
- En el estante inferior: alimentos crudos: carne, ave y pescado siempre envasados y separados adecuadamente, y productos en descongelación, así evitaremos goteos y derrames.
- En la puerta: bebidas o alimentos con un consumo frecuente, como leche, refrescos o zumos.
- En el verdulero: Frutas y verduras.